Lo que hace sentido

Hay cosas en la vida que simplemente… hacen sentido. No porque todos las aplaudan. No porque sean fáciles o populares. Sino porque están en armonía con lo que creemos, con lo que somos, con lo que un día prometimos ser.

Tener integridad no es caminar perfecto. Es caminar con propósito. Es seguir haciendo lo correcto, aunque nadie esté mirando. Es decir “no” cuando decir “sí” traería aplausos… pero nos haría perder el respeto por nosotros mismos.

El compromiso con uno mismo es la base de todo lo demás. Si no somos fieles a nuestras propias convicciones, si traicionamos eso que un día dijimos que nunca permitiríamos… entonces, ¿qué nos queda?

La vida pone a prueba lo que decimos creer. Y ahí es donde el carácter se forma… o se quiebra. Quien tiene claro su “por qué”, se levanta, se sacude y sigue, porque sabe que hay una misión más grande que complacer el momento.

Tú no estás aquí por casualidad. Estás aquí porque has superado cosas que muchos ni imaginan. No abandones lo que te ha dado fuerza hasta hoy.

Haz lo que hace sentido. No lo que es cómodo. No lo que es rápido. Haz lo que es verdadero para ti.  Porque al final, el éxito más grande no es lo que logras. Es en quién te conviertes mientras luchas por lo que realmente vale la pena. Y eso… siempre hace sentido.